jueves, 24 de noviembre de 2011

Tortitas de domingo de lluvia

Hoy (bueno ayer ya un poco) por fin ¡sale el sol! Aunque debo confesar que me encanta la lluvia, los días nublados y las tormentas. Además, por un par de días he vivido con la sensación de que era invierno. Ahora ya no, este año el invierno no termina de venir nunca… ¡con las ganas que tengo yo!

Este domingo había tormenta. No dejaba de tronar, la noche anterior había ido al concierto de mi grupo preferido… no me apetecía demasiado salir de casa. Bueno, en realidad nos íbamos a quedar igual, pero, con ese tiempo, la excusa para no salir era perfecta. Así que, se vino mi chico y montamos un plan típico de domingo por la tarde en días de lluvia al que añadimos una merienda rica, rica que diría nuestro amigo Arguiñano: tortitas con helado de dulce de leche. (la foto no es muy buena pero entre que era de noche y que teníamos hambre… me vino justo para hacerla…)

Lo sé. Sé que estaréis pensando ¿tortitas? ¿Se molesta en subir una receta de tortitas? ¡Si todo el mundo sabe hacerlas! Yo os digo que todo el mundo no, porque cuando digo: he desayunado/merendado tortitas la gente pregunta: y ¿cómo las haces? Así que, dedico esta receta a todos aquellos que todavía no han probado a hacer tortitas en casa, porque una vez lo intentéis va a ser una de las recetas más sencillas que hayáis hecho nunca. Vayamos pues con la receta:

INGREDIENTES para unas 20 tortitas (dependerá del tamaño)

  • 200 g. de harina
  • 1 cucharada sopera de azúcar (al gusto, se puede poner más).
  • 1 cucharada sopera de aceite (yo uso de girasol).
  • 2 huevos (en mi caso XL porque, como ya sabéis, es lo que tengo, pero igual da)
  • 1 vaso de leche fría.
  • 3 cucharaditas de café de levadura química (tipo Royal)
  • 1 pizca de sal.

Yo lo hago con la batidora de brazo de toda la vida: primero pongo los ingredientes húmedos, les doy un batido para que se unan y después añado la harina con la levadura. Así es muy sencillo y rápido, pero si no, se puede hacer a mano también.

Para cocinarlas, lo más sencillo es, si tenemos, utilizar la plancha de asar (engrasándola de vez en cuando con un papel con aceite) porque se pueden hacer más a la vez y, además, quedan mucho más bonitas. Si no tenemos, con una sartén normal también se puede, ¡por supuesto! Se vierte, dando forma redondeada, un cacito de preparación (más o menos, según el tamaño que queráis que tenga la tortita) por tortita y se deja hasta que se dore por un lado, se le da la vuelta y cuando el otro lado esté doradito… ¡Tortitas listas!

El "acompañamiento", ya sabéis: mermelada, compota, nata, helado, chocolate, sirope de arce – ¡Dios mío! Este verano en Londres las probé con Maple syrup y eran una delicia junto a una buena bola de helado de vainilla (hay que reconocer que todo lo que hacían en el Baba’s estaba para morirse pero…)-. Yo aproveché para acompañarlas con helado de dulce de leche de la marca Häagen-Dazs que es un pecado, tan cremoso, tan dulce, tan… ¡TODO!

Por cierto, he pensado que cada semana voy a recomendaros un libro, que además ahora que “viene el frío” y los días son más cortos apetece leer algo junto a una taza de buen té (soy una loca del té y de las infusiones, tengo muuuuuuuchas variedades en casa para no aburrirme de siempre tomar lo mismo). Así el blog aúna gastronomía y algo de literatura, mis dos grandes aficiones. Esta semana he pensado en alguno de una de mis autoras de cabecera, Isabel Allende, pero como no quería que fuese el típico pues me quedo con Inés del alma mía, una preciosa historia de una mujer fuerte y luchadora.

Saludos

P.D: creo que este finde voy a meter mano en el mundo de las galletas... ya os contaré cómo termina mi aventura galletera... ¡Deseadme suerte!

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Y de postre... ¡Cheesecake cupcakes!

¡Hola! Yo por aquí de nuevo… hoy os traigo una receta de cupcakes que hice el viernes y que salió ¡buenísima! Un éxito total y absoluto, lo que me hace muy feliz.

El viernes tenía un día muy ajetreado académicamente hablando y tenía que preparar cosas pero… por otro lado no quería hacer los cupcakes, aunque los dejara sin decorar, el día de antes. Así que me levanté bien temprano y empezó mi segunda aventura cupcakeril. Sí ¡la segunda! No es que es la primera saliera mal, porque estaban de rechupete, mis amigas hicieron de catadoras (yo y mi manía de que no quede nada sobrante en casa porque si no me lo como yo todo) y creo que les gustaron bastante. Rompí mano con la receta de Oreo de Alma de Objetivo Cupcake como muchas otras y la verdad es que fue, en mi opinión, muy fácil y el resultado espectacular…

¿Por qué no subo esa receta? Digamos que todavía no estaba muy ducha en el uso de la manga pastelera y no quedaron lo que se dice bonitos, bonitos. Pero estos sí. O al menos a mi me gustan. La opinión de mis compañeras de cena:

¡Qué postre más “cuqui” nos has preparado! Jajaja, ahí todo.

Bueno, a lo que íbamos, que empiezo a escribir y no paro, cómo se nota que estudio filología y que me encanta leer y escribir, porque es coger lápiz y papel o el teclado y ya no me despegan de ahí. Miento, se me despega de la silla si huele a chocolate a la taza. Si huelo chocolate a la taza, o la mínima posibilidad de que vaya a haberlo... bajo rauda y veloz a la cocina a ver qué están haciendo aunque por el aroma lo haya adivinado. ¡Soy un caso!

Después de este pequeño paréntesis…sigo con lo mío. Me levanté bien temprano, hice los cupcakes y preparé el frosting, así solo tenía que montarlo antes de irme a la cena y evitaría que la crema de queso estuviera muy caliente para comerla. Creo que el frosting de queso en frío está delicioso, si no lo está no es que esté malo pero pierde “encanto” en mi opinión.

¿Por qué Cheesecake cupcakes? Porque la combinación del frosting de queso con la mermelada que iba encima recordaba mucho a una tarta de queso con una base muy esponjosa.

Ahora, la receta. He utilizado la de vainilla infalible de Alma y lo es. Además puedes guardarla en un tuper para el día siguiente y se aguanta bien, porque dejé uno para decorárselo a mi chico al día siguiente y estaba muy fresco todavía.

INGREDIENTES para 8 cupcakes normales

· 100g. de harina.

· 100g. de mantequilla.

· 100g. de azúcar.

· 1 cucharadita de Royal.

· 2 huevos M

· 2 cucharadas de leche.

· 1 cucharadita y media de aroma de vainilla.

Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que consigamos una textura cremosa. A continuación añadimos los huevos batidos con la vainilla y removemos. Mezclamos la harina con la levadura (el Royal) y lo incorporamos, en un par de veces, a la masa anterior. Mezclamos bien, añadimos la leche para que ligue, mezclamos de nuevo y ya tenemos la masa lista para hornear.

Con respecto al huevo, en mi casa siempre hay XL, si quiero M tengo que salir a comprar y tan temprano no había nada abierto así que me decidí a sustituir los 2 M por un XL y la verdad es que salió genial, así que… (la otra vez puse 2L que eran los que tenía mi abuelo y tampoco salió mal, más esponjoso podríamos decir pero no lo sé). Lo sé, tengo un problema con el tamaño de los huevos pero es que mi madre vende y los que trae a casa son ¡los más hermosos!

HORNEADO

Alma en su blog indica que horneemos a 180º durante 18 o 20 minutos, pero en mi horno (y esto me pasa con todo, incluso si no uso ventilador) los puse a 160º y en 13-15 minutos estaban listos (de hecho ¡casi se queman!). Así que os recomiendo que estéis muy atentos a vuestro horno porque es posible que caliente más (o menos) de lo que marca.

¡¡¡Otra vez no me han salido planitos!!! Estoy híperconvencida de que es por eso que os comento sobre el horno... la próxima vez probaré a 150-140º a ver si así...

FROSTING DE QUESO (yo usé la mitad)

· 125g. queso crema (yo usé uno del ALDI y quedó una textura genial).

· 60g. de mantequilla a temperatura ambiente.

· 300g. azúcar glas.

· Mermelada de albaricoque, melocotón, fresa... o la que más te guste.

Incorporamos en la batidora la mantequilla con el azúcar glas, tapamos con un trapo porque si no estaremos limpiando polvo blanco hasta el día del Juicio Final, y batimos a velocidad más baja primero casi un minuto y después subimos. Quedarán una especie de terroncitos de mantequilla-azúcar con mucho azúcar suelto y diréis: ¡Oh! ¡Adiós frosting de queso rico, rico! Como hice yo. Pero no, a continuación, incorporáis el queso crema, que le aporta mucha humedad y hace que todo ligue, y batís a buena velocidad no demasiado tiempo, el justo para que se integre porque si no se calentará la crema y se derretirá.

Yo puse la mitad de las cantidades más un poquito más de mantequilla y queso crema por si me quedaba corta, el azúcar glas mantuve la proporción a la mitad y la verdad es que ni me salió líquido, ni se cortó, ni nada. Además, pienso que si no hubiera añadido eso hubiera sido algo demasiado azucarado para mi gusto... pero nunca se sabe. Si se quedara líquido pues con añadir algo más de azúcar creo que estaría ya bien.

Para decorarlos simplemente hice una especie de "pinito" con la manga y luego con la cucharita, apretando un poco en el centro (no tengo espátula) hacemo el hueco para la mermelada. Luego puse una gominola y ¡listo! La idea principal era, si salían planitos, poner la mermelada en el centro, y poner el queso alrededor, ocultándola, pero como salieron con bulto pues... resbalaba la crema y quedaba muy poco profesional...

Bien. Espero que os guste esta receta tanto como a mí y que os animéis a hacerla los que todavía tienen miedo a los cupcakes porque creo que, aunque no tengas ganas de hacer el frosting, puedes incluso decorarlos con nata montada o trufa, que dan “menos trabajo”.

Por hoy ya me despido, que creo que he escrito demasiado y os vais a cansar de tanto leer… espero que os vayan gustando estas recetas que voy poniendo y que poco a poco iré ampliando. A los que me leéis, y probáis alguna de las cosas que aquí publico, si intentáis hacer algo y veis que no queda claro el paso a paso os ruego que me lo comuniquéis y así mejorar este punto.

Salud!

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Arroz tres o cuatro delicias para llevar

Hola de nuevo. Hoy os traigo una receta que es también muy fácil de preparar. La preparé hace días pero no había podido publicarla todavía. Se trata de un arroz tres (bueno, tres, o las que quieras) delicias casero.

¡Una vez lo probéis no lo querréis comprado nunca más!

Esta receta me encanta y, como es tan fácil de preparar, me ha salvado la vida más de una vez ya que se puede preparar casi casi con lo que se tenga a mano, aunque yo, preferiblemente, no quitaría nunca la zanahoria ni los guisantes. Y es que esta receta combina el arroz con estas dos verduras que me encantan y utilizo para todo en la línea de las guarniciones irlandesas (ya se sabe: filete, zanahoria a rodajas, guisantes y patata, todo aderezado con mantequilla y pimienta), pero también en cremas, sopas…


(prometo que subiré mejores fotos a partir de ahora porque me gusta la fotografía pero en esto de hacérselas a la comida no estoy muy ducha)

Digo que me ha salvado la vida, aunque esto lo podríamos entrecomillar, porque sus ingredientes básicos son fáciles de conseguir y este verano me fui a estudiar inglés a Londres y la verdad es que me preparé bastantes platos de esto ya que combinan vegetales, arroz y algo de marisco y es un alimento más o menos completo. Además como se puede preparar con antelación era muy cómodo venir de clase y pensar que tenía algo rico esperándome.

Bueno, dejo ya de enrollarme y voy a lo que nos interesa, la receta.

Arroz tres (o más) delicias.

*Arroz de grano largo (yo suelo utilizar el Brillante porque así no se pasa si lo hago con antelación).

*Zanahorias.

*Guisantes.

*Chóped o pechuga de pavo o Jamón de York en daditos

*Gambitas peladas.

*Huevos para la tortilla.

*Sal

*Mayonesa, salsa de soja, agridulce… para aderezar.

Se pone a hervir el arroz tal y como indique el fabricante (ya que no es lo mismo el tipo brillante que un basmati normal o cualquier variedad que os guste ya que cualquiera que sea de grano largo va bien) y se añade la zanahoria cortada a taquitos pequeños. Cuando hierva de nuevo el agua se añade los guisantes (que con poco tienen suficiente) al arroz y dejamos que se haga tierno. En otra sartén salteamos con un poquito de aceite las gambas.

Cuando ya está todo preparado se juntan en una sartén todos los ingredientes y se le da una vueltecita al arroz (un ligero salteado) ya que así queda mucho mejor. Se añaden los taquitos de chóped y la tortilla en trocitos pequeños, que prepararemos en el momento de consumirlo ya que si lo dejamos preparado de un día para el otro es mejor hacer la tortilla en ese momento, y ya tenemos un plato fácil y sano. Yo suelo acompañarlo con un poco de Ligeresa porque es más suave el sabor, pero con salsa de soja o agridulce, por si queremos dar un toque oriental, también queda muy bien. Este plato se puede acompañar de unos rollitos de primavera o de samosas, que son mis preferidas y que compraba este verano en el mercadillo de Greenwich (en España no sé dónde las venderán). Estaban deliciosas y además, llevaban cebollita y zanahoria al curri en el relleno: ¡UNA EXPLOSIÓN DE SABOR!

Solo me falta una última idea: este plato es genial para llevar porque no necesita calentarse y si se prepara la tortilla esa misma mañana (y no hace mucho calor) no hay peligro ninguno con el huevo). Os lo digo por experiencia propia ya que en lo que a túpers se refiere tengo, bueno tenemos mi madre y yo, gran experiencia después de 3 años llevándomelo un par de días a la universidad. En mi opinión, es más sano y económico llevarte la comida de casa.

P.D: creo que en la próxima entrada os presentaré unos cupcakes de estilo propio, que espero me queden bien bonitos para enseñarlos, porque los que he hecho hasta ahora no estaban mal (bueno, de sabor, espectaculares) pero la imagen... ¡se podía mejorar!

Saludos y un beso!