martes, 27 de marzo de 2012

Pizzas.


        Esta semana toca receta salada. Por un lado, la clásica pizza de jamón, bacon y queso y, por otro, una un poco más elaborada con queso brie, cebolla caramelizada y algo de jamón también. Hace unos cuantos findes nos atrevimos con la masa de pizza. ¡Yo! Que nunca había amasado nada (más allá de las galletas) y que además lo veía supercomplicado con los levados y demás, pero todo resultó mucho más fácil de lo que esperaba. Lo primero fue buscar una receta que resultara adecuada a mi experiencia y los recursos de los que disponía: nada de horno de piedra ni ingredientes raros… después de mucho buscar me decanté por esta receta de Directo al paladar que seguí al pie de la letra salvo en la recomendación de usar semolina para el amasado. 
                INGREDIENTES
                200 gr. Agua
                 300 gr. Harina, nosotros compramos la “especial pizza” de Carrefour y no dio mal resultado.
                 ½ cucharadita de sal
                20 gr. levadura fresca
                15 gr. aceite de oliva virgen extra
                PROCESO
1.       Mezclamos la harina con la sal.
2.       Mezclamos la levadura con el agua un poco tibia.
3.       Hacemos un volcán con la harina y añadimos en el centro la mezcla de agua y levadura y el aceite de oliva.
4.       Mezclamos bien con un tenedor hasta que se desprenda del recipiente y lo pasamos a una superficie enharinada.
5.       Para el amasado os dejo de nuevo el enlace de la web porque ya os digo yo que ellos lo explican mejor y además con documentos gráficos, algo que ayuda mucho.
6.       Empieza el proceso de levado: en un cuenco ligeramente aceitado ponemos la masa y tapamos con un film o con un trapo humedecido. Tendremos que esperar de 30 minutos a una hora, dependiendo de la temperatura ambiente, hasta que doble su volumen. 
7.       Una vez haya fermentado la pasamos de nuevo a una superficie enharinada y apretamos suavemente para que pierda el exceso de gas. La cortamos en 2 o 3 porciones y estiramos con el rodillo (aquí es donde viene mi Odisea personal, por más que estiraba la masa se volvía al sitio, se pegaba… no quería echarle mucha harina para que no se endureciera… total que nerviosita perdida acabó pasando el rodillo mi chico, con mucho más arte y paciencia que yo) hasta que quede una base más o menos fina.
                Para el levado utilicé un pequeño truco que encontré por ahí ya que mi cocina estaba bastante fría, nos habíamos puesto bastante tarde a hacer la pizza… total, que encendimos un ratito el horno a unos 30º lo apagamos y metemos dentro el bol tapado con un trapo. AL cabo de media hora habrá doblado la masa su volumen.
Ahora vamos con las pizzas. La primera, de jamón, bacon y queso nos quedó con una forma un poco rara, la otra la hicimos rectangular, del tamaño, aproximado, de la bandeja del horno y quedó mucho más atractiva a la vista. La preparación ahora es ya muy sencilla. Extendemos una capa de tomate frito, una buena capa de queso mozzarella y los ingredientes que queramos más por encima. Cuando terminemos, un buen chorrito de aceite de oliva, espolvoreamos orégano y ¡al horno!
                La cebolla caramelizada se puede hacer de varias formas y yo me decanté por la más rápida: en una sartén ponemos una buena cantidad de aceite (que no llegue a cubrir la cebolla pero que tampoco se quede como si fuera solo para saltear) y la ponemos a fuego bajo. Cuando empiece a dorarse un poco añadimos un par de cucharadas de azúcar o de miel y la dejamos un poco más, hasta que se dore y el aceite adquiera una consistencia más espesa. Cuando montamos la pizza pusimos sobre la mozzarella una capa de cebolla, el queso brie, unas lonchitas de jamón y algo más de mozzarella por encima junto con un chorrito de tomate. De esta nos sobró una buena porción y la dejamos para ver cómo estaba al día siguiente: fría, como si se tratara de una coca salada, estaba muy buena también.

Y os dejo ya, que ¡menuda entrada más larga para solamente explicar la receta! Espero volver pronto por aquí porque aunque publico poco os puedo asegurar que sí que sigo cocinando, de hecho se me empiezan a amontonar las recetas para publicar.

¡Salud y buen provecho!

jueves, 8 de marzo de 2012

Bizcocho de chocolate a la naranja (y premios)



Hola de nuevo, por fin estoy aquí. Llevo muchos días queriendo actualizar pero lo he tenido un poco complicado. En cuanto me he dado cuenta que hacía más de un més de la última entrada... y lo peor es que esta que publico hoy la tengo escrita desde ¡el 13 de febrero!  El domingo día 12 fue mi cumpleaños y el lunes por la mañana preparé el bizcocho que os traigo hoy para mis compañeros de la universidad.
En mi defensa solo puedo alegar que hemos empezado fuerte el cuatrimestre y con este horario si no me llego a plantar hoy, ¡no encuentro el hueco para actualizar! Eso no quiere decir que no haya pasado por la cocina pero como todos sabéis hacer una entrada lleva su tiempo.
          Hoy os traigo un bizcocho de chocolate a la naranja que es una delicia para el paladar. Y un placer para el olfato cuando está en el horno porque toda la casa huele a chocolate, naranja… La verdad es que cuesta más contar la receta que hacerla porque es muy rápida y muy fácil. Con esto creo que he encontrado el que podría llamar mi “bizcocho estrella” ya que el año pasado lo lleve a la facultad por el mismo motivo y este año, en busca de algo para llevar a la hora de la merienda (si es que se puede llamar así a un huequecito que tenemos entre las 16’45 y las 17) no quise arriesgar demasiado y lo repetí. El año pasado fue un éxito total y este, también.
            La masa en sí es un placer. A mí me encanta rebañar la masa de los bizcochos desde que era pequeñita y mi abuela, tras haber preparado “juntas” (y lo pongo entre comillas porque, obviamente, la coca la hacia ella y yo solo le preparaba un poquito el gasificante, el azúcar…) la típica “coca de llanda” me llamaba para rebañar el cuenco donde lo habíamos preparado y allí iba yo, cuchara sopera en mano, a comerme lo que más me gusta en este mundo. Y sigo haciéndolo, si una masa en crudo me gusta a muerte el bizcocho me encantará, pero si no está como me gusta… ya veremos. Y suelo acertar. Bueno, pues esta masa me la comería entera a cucharadas aunnque sepa que no es bueno hacerlo por aquello de que lleva huevo crudo. Está…  Chocolateada, fresquita… es difícil de definir. Y, además, hornearlo produce dosis enormes de felicidad. Me puse de buen humor en el instante en que decidí ir a por los ingredientes porque sé que iba a estar muy rico
.
            Bueno no me enrollo más, solo me queda apuntar que al cortarlo parece que vaya a ser un bizcocho muy contundente y pesado pero la opinión general, que yo corroboro, es que está muy bueno porque aunque sabe a chocolate no está muy dulce, la naranja le da un toque muy fresco y no es muy pesado. Se conserva bastante bien de un día para otro aunque esto tendré que comprobarlo mejor porque solo me sobró una porción, pequeña, para el desayuno.
INGREDIENTES
200 gr de azúcar
200 gr de harina
200 gr de cacao
150gr de mantequilla punto pomada
1 vaso de leche
4 huevos (yo los puse L)
1 paquete de levadura química
La ralladura de la piel de ¾ de una naranja grande (esto es un poco inexacto y creo que debe ir al gusto)


PROCEDIMIENTO
Se pone todo en un bol y se bate con la batidora de brazo hasta que no quede ningún grumo.
El proceso de horneado es el que me da más problemas con este bizcocho. La próxima vez probaré con un molde cuadrado o rectangular ya que las 2 veces lo hice redondo y la masa se abría por arriba y empezaba a salir mucha cuando ya parecía estar horneado (a pesar de haber usado un molde mayor que el del año anterior). Sin embargo, estaba muy jugoso aunque había estado mucho tiempo en el horno. El molde que usé era de 24 cm una temperatura de 180º y unos 20-25 minutos aunque esto es mejor que cada uno lo controle.
La receta no sé de dónde la saqué porque la tengo hace bastante tiempo, era sin naranja pero se la añadí y la verdad es que gana muchísimo en sabor y frescura.

Bueno, y ahora, para terminar, algo que me ha hecho muchísima ilusión. Me han dado el premio Best Blog desde Sugar Place y el de Blog Dorado de parte de My new love are cupcakes. Les estoy muy agradecida porque no me lo esperaba y también porque me han traído alguna que otra nueva seguidora al nombrarme en sus blogs. Si no los habéis visto, ya estáis visitándolas porque hacen cosas chulísimas con todo: tartas, cupcakes, cakepops…
          Nunca he sido mucho de cadenas, ¿para qué nos vamos a engañar? Ni de adolescente ni nada, no me han llamado, y esta vez, bueno, blogger estaba en contra de que nominara a alguien porque no podia poner ningún enlace! Pero en este caso sigo el juego porque me ha hecho ilusión que unas bloggers se acordaran de mí.Voy a poner solo unos poquitos para la nominación de "Best Blog" porque he visto que el Blog Dorado ha entrado pegando fuerte en la blogosfera
            -Laurilla fondant porque hace cosas muy chulas y con una pinta! y me encantan sus galletitas de animales!
            -Sweetie Baker, que, como veo, la pobre también se queja del tiempo que nos roba la universidad ;)...
          
            -Azúcar y harina, un blog que me gusta porque hace un poco de todo: cosas de toda la vida y cosas de ahora. 


            - Arcoíris de Sabores otro blog con unos cupcakes con una pinta estupenda y además suele "amenizar" la receta con un cuento. Una combinación infalible para mí. =)
            - Y por último (at last but not least...) Cupcakelosophy que yo no sé que tiene esta chica que no puedo dejar de mirar su blog ah! y de morirme de ganas de probar algunas de sus recetas... como los cupcakes de tiramisú. 
Son más los blogs que sigo y que me gustan pero como a muchos ya les han otorgado sus premios... pues no quiero repetirme.


Saludos a todos y buen provecho!


Ah! casi lo olvido... El libro de esta semana (o mes): Una pasión Vintage os aseguro que pasaréis un buen rato leyéndolo, sobre todo si os gusta también el mundo de la moda vintage. Además, algo que hizo que me gustara todavía más fue que la acción transcurre en la zona de Londres donde he estado un par de veranos, en Greenwich y, eso, siempre ayuda a que la lectura sea más placentera.