viernes, 27 de septiembre de 2013

Bescuit (3 ingredientes)

Bescuit, bizcocho en valenciano/catalán, y para mí el único que realmente lo es, pues en Valencia por lo general a los bizcochos se les llama coca, aunque de todo veréis por aquí. Se trata de un bizcocho ligero, jugoso cuya miga resulta perfecta para mojar y, sobre todo, bajo en grasa, pues la única que contiene es la que le aportan las yemas de huevo.Sencillísimo de preparar y con tan solo tres ingredientes es perfecto para un desayuno o una merienda, aguantando bien el paso de los días.







INGREDIENTES (para un molde de 20 - 22 centímetros de base):
  • 6 huevos
  • 1 vaso de azúcar
  • 1 vaso de harina
  • 1 pizca de sal

El PROCEDIMIENTO, paso a paso:

1. Separamos las claras de las yemas.
2. Montamos las claras con una pizca de sal hasta conseguir un merengue firme.
3. Añadimos las yemas batiendo bien pero delicadamente pues, al no llevar levadura, que suba es cuestión del aire que le aporten las claras.
4. Añadimos el azúcar y batimos cuidadosamente hasta que este esté integrado.
5. Vertemos la mezcla anterior en un molde* que previamente habremos forrado con papel de horno. 

NOTA: el molde puede ser redondo pero lo más habitual es que sea con forma de cono truncado, de unos 20 o 22 centímetro de base. 

HORNO: 160-180º calor arriba y abajo durante unos 25-30 minutos. 





¡Qué aproveche!

lunes, 23 de septiembre de 2013

Pimientos asados en "churrasquera"

No es ningún secreto que me encanta el pimiento, sobre todo asado. Pero esto no siempre ha sido así, sin embargo, lo que sí ha sido siempre del mismo modo ha sido el "placer" que me produce hacerlo en finas tiras con las manos, algo que desde bastante pequeña he hecho yo y que me sigue encantando, aunque hay que reconocer que cuando una tiene que desgarrar la carne de quince o veinte pimientos a la vez casi casi se convierte en una pequeña tortura. No hace tanto que me gusta el pimiento asado, es solo desde hace unos años que estoy deseando que sea verano y maduren los pimientos que mi abuelo tiene plantados en el huerto del chalet para asarlos al fuego con el "aparato" que podéis ver en la foto. 




En su mango pone "Churrasquera" no sé si porque "churrusca" o por qué, pero está en mi familia y no recuerdo un verano sin ver cómo se asan en él pimientos, o cebollas, pero sobre todo los primeros. Y lo único que sé es que no tiene nada que ver un pimiento asado al horno (no importa si es de gas o eléctrico)  con uno asado en ella, quedan, simplemente, espectacularmente tiernos, no solo porque están en el pleno de su temporada sino por la cocción lenta, directamente en la llama. Sin ella no podría vivir, así que en un futuro me veo asando pimientos una de estas en algún pequeño hornillo, pues mi madre ya ha conseguido encontrar una nueva, así que habrá pimientos asados en ella para rato.



Lo que hoy os traigo no es una receta en sí, sino una forma de cocinar este maravilloso vegetal (bueno, se supone que es una baya o fruta pero...), aunque una vez lo hayamos preparado puede darnos muchísimos juego en la cocina, principalmente en ensaladas o guarniciones.

INGREDIENTES
  • Pimiento para asar, morrones (también nos servirían los de la variedad italiana que no se pelan tampoco mal).
  • Aceite de oliva.

PROCEDIMIENTO

1. Tanto si tenéis la cazuela como si los hacéis al horno,  lo primero será lavarlos bien, secarlos y untarlos con el aceite.
2. Si tenemos la "churrasquera" los dispondremos sobre esta con el fuego medio-alto, tapamos y de vez en cuando controlamos para ver si la piel de la parte de abajo está oscura y abombadita, cuando así sea damos la vuelta. Una vez estén tiernos y la piel se haya despegado de la carne ya están listos. En el horno sería un procedimiento muy similar, aunque pueden asarse sobre papel de horno o de plata y sin darle la vuelta si se hace con calor arriba y abajo.
3. Para poder pelarlos y limpiarlos de una forma mucho más rápida y cómoda pasaremos los pimientos todavía calientes a una cazuela que inmediatamente taparemos, pues con ello conseguiremos que la piel que pudiera quedar agarrada a la carne del pimiento se despegue del todo.
4. Cuando se hayan entibiado o estén fríos del todo tan solo nos resta retirar toda la piel, eliminar el pedúnculo y todas las semillas que pueda contener en su interior. Es importante, una vez hayamos hecho todo esto, colar los restos, pues el jugo que sueltan los mismos pimientos nos sirve para su conservación.
5. Podemos dejarlos tal y como están, desgarrar la carne en finas tiras con los dedos o bien a cuchillo, que sobre una tabla adelanta considerablemente el trabajo, si bien yo siempre me inclino por el método tradicional.
6. Como método de conservación, si tenéis una gran cantidad de pimiento asado, nos sirve tanto la conserva tradicional (esto es, en botes de cristal bien tapados se cuecen al baño maría cuando el agua hierva entre 10 y 20 minutos) o bien congelándolo, que es, para nosotros el método que mejor conserva sus propiedades. Eso sí, hay que tener en cuenta que el tiempo en que sus características se conservan por un mayor tiempo será, sin duda, el de la conserva en botes. 

POSIBLES RECETAS: en  ellas partimos de la base de tener el pimiento aliñado con aceite de oliva, sal y ajo picado al gusto.

1. Una magnífica ensalada de pimientos, huevo duro y atún, a la que se puede añadir algo de queso fresco, que le da el toque de gracia.

2. El típico "esgarraet" valenciano, que se prepara a base de pimiento y bacalao en migas. En el caso de que como a mí no os guste demasiado el bacalao, podéis sustituirlo por mojama.

3. Cualquier cosa que se nos ocurra, recientemente me han dicho que queda genial como "topping" en una hamburguesa. 


¡Salud y que aproveche!


jueves, 5 de septiembre de 2013

Coca de llanda. Receta tradicional

Coca de llanda. Se encuentra entre los recuerdos de mi infancia, sobre todo de los veranos, aunque mi abuela la preparaba durante todo el año. Se trata de una receta tradicional valenciana que recibe este nombre por el del molde en que se prepara: la llanda, que a su vez supongo que lo toma del material del que está hecho. Sería un interesante caso de estudio lingüístico jajaja. En casa las tenemos de diversos tamaños y la que hoy os traigo es para dar de merendar a una buena cantidad de gente. No obstante, se conserva bien durante cuatro o cinco días así que tampoco es un gran problema.



Esta la ha preparado mi madre, no os voy a mentir, y yo estuve bien atenta para poder hacerla más adelante, pero no quería dejar escapar una receta que, aunque como más me gusta es bien mojadita en chocolate en una merendola de invierno (y si es cerca de las navidades ya ni os cuento), me recuerda, como os decía, a los veranos de mi infancia, pues siempre echaba una mano a mi abuela rompiendo los papelitos de las gaseosas y mezclándolos o, cuando ya fui un poco más mayor, rallando la cáscara del limón para aromatizarla o llenando el vaso de este o aquel ingrediente.

 En la parte de atrás del chalet tenemos una mesa en la terraza al lado de la cocina y allí, con el batidor manual en ristre procedía a batir los huevos con una fuerza que yo nunca he conseguido igualar. Poco a poco añadía el resto de los ingredientes que, como buena receta tradicional, vienen en vasos y en "harina la que admita". Por supuesto no lleva levadura química, sino gaseosas. Tradicional como las que ya no quedan y de las que a mí, por aquello de ser un dulce que en cierto modo se hace a ojo, me infunde respeto. Una vez mezclaba la cáscara del limón y las gaseosas, que era el último paso, venía lo mejor, una costumbre que no puedo perder y que todavía conservo, pues si estoy en casa y mi madre hace una coca me llama para ver si todavía quiero "rebañar". Son pocas las veces que me resisto a este pequeño (y prohibido por aquello de que lleva huevo en crudo, por lo que supuestamente no puede hacerse) placer. Rebañaba el cuenco primero con la cuchara y cuando esta ya no podía acceder a los huequecitos no había nada mejor que las manos. Ahora rebaño hasta donde me permite la cuchara si la lengua de silicona, algo que entonces no teníamos en casa, me ha dejado algo. Ayudar a hacer una coca de estas me lleva, inevitablemente, a pensar en mi abuela y en lo que cocinaríamos y experimentaríamos las dos juntas pues, aunque se marchó pronto, fueron muchas las horas que pasamos en la cocina de su casa, ella preparando de todo para todos y yo a la espera por si podía ayudar en algo pero, sobre todo, por la recompensa final, primero el rebaño y luego el dulce: merengues, monas de pascua, magdalenas, dulces navideños... y muchas otras cosas más que quizás no recuerdo en este momento pero que están en la memoria gustativa de la familia, en la que existen muchísimos recuerdos de todo lo que ella preparaba en cada una de las fechas señaladas del año, cumpleaños... y todos los días, por supuesto. 

INGREDIENTES: 

  • 6 huevos
  • 2 vasos de azúcar
  • 1 vaso de aceite (girasol u oliva suave)
  • 2 vasos de leche
  • ralladura de limón
  • harina "la que admita" (algo más de 500 g aproximadamente)
  • 4 gaseosas de cada color

El PROCEDIMIENTO, paso a paso:

1. Se baten las claras a punto de nieve y se incorporan, a continuación, las yemas, batiendo hasta que integren bien. 
2. Añadimos el azúcar batiendo bien y, seguidamente, el aceite ligando la masa.
3. Vertemos los dos vasos de leche sobre la mezcla anterior hasta que esta se integre. A continuación, añadimos, poco a poco, la harina de forma que quede una mezcla homogénea.
4. Solo nos resta añadir la ralladura de limón y las gaseosas que previamente habremos mezclado bien y al horno*.

NOTA: * no puedo indicar la temperatura exacta ni el tiempo de cocción porque la cocimos en el horno de gas. Orientativamente podría ser a 180º unos 30-40 minutos (otro día os hablaré de este horno de gas, sencillo donde los haya, que me ha convencido de que el problema en la mayoría bizcochos no era yo, sino mi horno eléctrico que necesita una reparación urgente).

Saludos, ¡qué aproveche!