domingo, 17 de noviembre de 2013

Espagueti con almejas

¿Quién diría que con tan pocos ingredientes y en tan poco tiempo tendríamos un plato tan sabroso? Sin duda es el caballo ganador si no queréis pasar mucho tiempo preparando laboriosas salsas, pero sí sorprender a vuestros comensales.

Tras dos semanas sin actualizar por motivos técnicos, como un ordenador, donde están las fotos y textos de las próximas entradas y todas las cosas de clase, que repentinamente deja de funcionar ... vuelvo de nuevo por aquí con un sencillísimo plato de pasta y dando las gracias porque no ha sido nada grave, que de nuevo funciona y no he perdido nada (ahora para no tener más sustos tendré que empezar a copiar mis cosas en otra parte para estar segura de que no se pierden).



La receta la preparamos según lo que nos parecía que podía llevar inspirándonos en una que a veces comemos en un italiano cercano, así que es posible que la conozcáis ya pero con otros ingredientes o proporciones. Vamos con ellos, aunque como se trata de un plato tan sencillo, lo mejor es que sean de buena calidad para obtener los mejores resultados. 


INGREDIENTES para 4 personas:

  • 500 g de almejas
  • Aceite de oliva
  • 2-3 dientes de ajo medianos
  • Guindilla (como siempre al gusto, aunque este plato gana con un punto picante)
  • 350-400 g de espagueti
  • 75-100 ml de vino blanco
  • Agua
  • Sal


La ELABORACIÓN paso a paso:

1. Limpiamos las almejas poniéndolas en un cuenco con agua para que suelten la arena que pudieran tener.

2. En una sartén o cazuela baja ponemos a calentar una cantidad suficiente de aceite de oliva, unas 3 o 4 cucharadas soperas. Pelamos y laminamos, no demasiado finamente, los ajos y los sofreímos hasta que empiecen a dorarse. En este momento añadiremos la guindilla, que, si queremos conservar hasta el final la laminaremos y si queremos quitarla como indicaré la ponemos en trozos más grandes.

3. Llevamos a ebullición agua con sal y añadimos la pasta, que cocemos según las indicaciones del fabricante.

4. Mientras cuece la pasta, añadimos las almejas a la cazuela con el sofrito de ajo y guindilla, les damos una vuelta y, en nuestro caso, quitamos la guindilla.

5. Añadimos el vino blanco, tapamos la cazuela y esperamos a que todas las almejas se abran. Cuando estén listas si vemos que hay un exceso de líquido reducimos dejando evaporar unos minutos, aunque hay que tener en cuenta que esta será la salsa de nuestra pasta, por lo que debe haber una cantidad suficiente.

6. Escurrimos la pasta cuando esté lista, añadimos a la cazuela, aliñamos con un toque de pimienta al gusto y, cuando la "salsa" tenga la consistencia deseada (si fuera necesario podríamos añadir un par de cucharadas del agua de cocción), servimos.

¡Qué aproveche!

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