martes, 30 de diciembre de 2014

Helado de Mistela y Sorbete de Earl Grey

Tras tanto tiempo si asomarme por el blog, vengo con dos recetas de helado que veo idóneas para estas fiestas. Ya sé que casi no llego, pero más vale tarde que nunca, mañana todavía es Nochevieja y tenéis las 24h que necesitáis para enfriar la heladera así que... si os atraen no dudéis en prepararlas porque ambas gustaron muchísimo en casa este verano. Es más, el primero de ellos ni tan solo la necesita. Cualquiera puede prepararlo en casa con o sin heladera. 

El helado de mistela se basa en una receta de helado que lleva vino Marsala y que he extraído del libro Helados. Un placer para el paladar. de Susan Tee y editado por Parragon. Fue, al igual que el libro de pasta de esta receta, un pequeño tesoro que me encontré entre las ofertas de una de las librerías de Valencia y de donde han salido ya algunos helados buenísimos. Se trata de un helado muy cremoso y contundente, con el sabor inconfundible de este vino dulce y que puede sustituir el habitual chupito de Mistela en la sobremesa navideña, por ejemplo.

El sorbete es mucho más ligero que el helado de Mistela, por lo que es perfecto para finalizar una comida copiosa y escaparnos del típico sorbete de limón. Sobre todo si os gusta el té tanto como a mí. 

Si preparamos uno, podemos elaborar el otro con lo que nos sobre de los huevos. En mi caso, al sobrar claras y apetecerme un helado fresquito decidí preparar el sorbete, cambiando también el tipo de té y adaptándolo a mis gustos. Es un sorbete ligerísimo, lleno de sabor, donde el zumo de limón del almíbar potencia los toques cítricos que el Earl Grey tiene ya de por sí. 

Así que sin entretenerme más, y a pesar del frío que hace hoy por tierras valencianas, os cuento ya cómo prepararlos. 





HELADO DE MISTELA

INGREDIENTES ( para 6 raciones aproximadamente):

  • 4 yemas de huevo
  • 100gr de azúcar extrafino
  • 100 ml de mistela (o moscatel)
  • 200 ml de nata para montar. 

La ELABORACIÓN paso a paso:

1. Batir las yemas con el azúcar y cuando hayan espesado y aclarado su color, incorporamos a cucharadas y sin dejar de remover, la mistela hasta que esté todo integrado. 
2. Poner el cuenco en el que hemos batido las yemas al baño maría (sobre una cacerola con agua hirviendo a fuego lento) y calentar la mezcla sin dejar de batir. Estará listo cuando haya doblado el volumen (con este proceso lo que se consigue es cocer el huevo).
3. Retirar del fuego y poner el cuenco sobre otro cuenco o recipiente con agua fría, y seguir removiendo, hasta que quede todo bien mezclado y haya enfriado. 
4. Mientras realizamos el paso anterior podemos poner a montar la nata, que una vez firme incorporremos con movimientos envolventes a la crema de licor y huevo. 
5. Congelamos directamente sin tapar 2 o 3 horas hasta que solidifique. Queda tan cremoso que no resulta necesario utilizar la heladera. 


En la heladera se ve lo espumoso y suave que queda.


SORBETE DE EARL GREY

INGREDIENTES  (para 6 raciones, cunde más que el anterior):
  • 175 g de azúcar (personalmente lo rebajaría a 150g, aunque muy refrescante, lo encuentro demasiado dulce, pero si os gustan las cosas dulces muy dulces, adelante con los 175g)
  • 850 ml de agua
  • 2 bolsitas de té Earl Grey.
  • 2 cucharadas de zumo de limón. 
  • 2 claras de huevo. 

La ELABORACIÓN paso a paso:

1.  Calentar el azúcar con 600ml de agua a fuego lento. Remover hasta que se disuelva el azúcar. Llevar a ebullición y dejarlo hervir 10 minutos. Debe tener una consistencia almibarada y no haber cogido color. 
2. Dejamos reposar el almíbar durante al  menos una hora. 
3. Infusionar las bolsitas u hojas de té (en el caso de emplearlas) con el resto del agua. Debe quedar una infusión "fuerte". 
4. Mezclar el té y el zumo de limón al almíbar hasta que quede bien integrado. 
5. Añadir la mezcla anterior a la heladera. Cuando empiece a helarse, batimos las claras a punto de nieve y las incorporamos poco a poco a la máquina. Aunque no lo parezca, la mezcla acabará siendo uniforme, suave y esponjosa .

¡Feliz año nuevo! Espero poder volver por aquí más a menudo...

Caleidoscópica. 

lunes, 9 de junio de 2014

Brownie de chocolate

Tenía publicado el ríquísimo blondie de manzana, había preparado algunos, sin publicarlos, de chocolate blanco o de Nutella, sin embargo, no había preparado ninguno de chocolate desde hace años. En cuanto lo he visto al salir del horno, sabía que tenía que compartirlo con vosotros.

Si alguno de los que me leéis estáis en época de exámenes y/o trabajos, creedme, os lo habéis ganado. Dejad las tabletas de chocolate de "altísimo-porcentaje-en-cacao" que llevamos (confieso) todo el día entre manos sobre la mesa y preparaos esta maravilla. Os aseguro que el tiempo que os pueda robar, va a merecer la pena: se prepara bastante rápido y vais a disfrutar cada bocado. Si tenéis tazas medidoras (las de la medida americana, que no la británica en este caso) todavía aceleramos más el proceso.




Para mí existen dos tipos de persona en lo que al tipo de brownie respecta: quienes lo quieren medio crudo por dentro y quienes lo quieren hecho pero húmedo (en todas sus variedades: abizcochado, «chicloso»...). Me incluyo en este segundo grupo y es por ello que no siempre encuentro lo que busco, pues en algunas recetas si dejamos que la masa cueza completamente, queda seco y un tanto duro. 

Este verano probé el que para mí fue el brownie ideal en Londres, en un restaurante de Covent Garden llamado The Crusting Pipe (completamente recomendable tanto el lugar como la comida): era lo más parecido a comer chocolate rallado en cada cucharada, sin perder ese toque un tanto húmedo... y desde entonces que me he embarcado en la aventura de conseguir un brownie si no similar, sí aquel que sepa que no va a defraudarme en cuanto a sabor textura... esta aventura empieza hoy, con la receta que aquí os presento. Espero que os guste tanto como a nosotros, pues en casa ha sido un éxito absoluto y el momento del primer bocado... inigualable. No es aquel, pero por ahora puede ser un buen sustituto.

INGREDIENTES (para un molde cuadrado de 20cm de lado):
  • 140 g mantequilla sin sal (10 tbsp)
  • 250 g de azúcar (1 taza y 1/4). Yo puse 240 g.
  • 75 g de cacao en polvo (3/4 taza)
  • 1 tsp de extracto de vainilla
  • 2 huevos XL (o L), a temperatura ambiente
  • 65 g de harina (1/2 taza)
  • 1/4 tsp levadura química (Royal)
  • 1/4 tsp sal
  • 60 ml de nata o yogur griego (1/4 taza)
  • Avellanas y chispas de chocolate para decorar
tbsp = cucharada sopera    tsp = cucharita de postre 


La ELABORACIÓN, paso a paso:

1. Derretimos en un cazo la mantequilla. 
2. En un bol mezclamos el azúcar con el cacao y añadimos la mantequilla ya derretida. 
3. Añadimos el extracto de vainilla y los huevos uno a uno, mezclando bien con una espátula. Poco a poco conseguiremos una crema lisa y brillante. 
4. Tamizamos la harina con la levadura y la sal y añadimos a lo anterior. Mezclamos hasta que quede bien uniforme con la espátula. 
5. Añadimos la nata o el yogur y batimos hasta integrar. 
6. Engrasamos el molde o cubrimos con papel de horno, vertemos la masa y decoramos con unas avellanas picadas y unas chispas de chocolate. 
7. Horneamos a 165ºC calor arriba y abajo durante unos 25-30 minutos (yo lo tuve a 130º calor abajo no llegó a los 30 minutos). 

Fuente de la receta: Cocoa brownies de Joy of baking

Notas: 
1) Un truco para que quede muy jugoso pero bien hecho es, en el momento en que veamos que los bordes están hechos pero el centro queda todavía crudo, apagar el horno y dejarlo dentro unos minutos. Tendremos que estar muy atentos y hacer la prueba de la aguja (o del palillo) en cuanto veamos que el centro ha "cuajado". Sacamos inmediatamente y dejamos enfriar completamente en el molde.
2) Al día siguiente de haberlo preparado sigue perfecto si lo conservamos en un recipiente hermético. A los dos días sigue comestible pero pierde un poco, a pesar de ello, podemos  meterlo unos segundos en el micro y recupera un poco de jugosidad. O lo mojamos en leche, ¡un gustazo!


¡Salud y que aproveche! 



Caleidoscópica. 

miércoles, 28 de mayo de 2014

Bizcocho de limón y semillas de amapola

En mitad de la vorágine de trabajos de estos meses, que todavía nos queda un tiempo, os traigo una receta muy primaveral que se preparara en muy poco tiempo y seguro que os sorprende. Llevaba tiempo buscando una receta de bizcocho de limón, pero pensaba que ninguna cumpliría mis expectativas en cuanto al sabor y esta lo ha hecho. 




La receta la tomé prestada del blog La cocina de Morilands, haciendo algunas modificaciones en los ingredientes pues buscaba que quedara un bizcocho tierno y esponjoso y añadiendo semillas de amapola también a la masa, por el toque crujiente, y por la vista. Las puse a ojo y, aunque cuando las añadí a la masa parecían suficientes, como esta crece una vez en el horno, se reparten mucho y fueron pocas, así que la próxima vez añadiré más. 

Sin entretenerme más, vamos con la receta. Es sencilla, incluso fácil de recordar y podemos prepararla a mano o a máquina sin problemas. 

INGREDIENTES (para un molde tipo bundt o un molde de 20-22 cm de diámetro):

  • 200 g de azúcar
  • 1 limón grande (2 si son pequeños o muy medianos)
  • 160 g de margarina Tulipán
  • 3 huevos XL
  • 1 yogur griego (puede ser o no azucarado)
  • 200 g de harina
  • 100 g de harina de maíz (Maicena)
  • 1 sobre de levadura química (Royal)
  • 2 cucharadas colmadas de semillas de amapola (al gusto, incluso opcional si no tenemos o no queremos)

La ELABORACIÓN, paso a paso:

1. Pelamos el limón con cuidado de no coger parte blanca, porque esta amarga. Exprimimos el limón, reservamos. 
2. Trituramos el azúcar con la piel del limón para que se impregne bien el azúcar de todos los aromas. 
3. Batimos la margarina con el azúcar. Cuando se integre, añadimos los huevos uno a uno. 
4. Mezclamos el yogur con el zumo de limón, añadimos y batimos. 
5. Mezclamos la harina, la Maicena y la levadura. Tamizamos, añadimos las semillas de amapola, y agregamos poco a poco a la mezcla, batiendo a poca velocidad. Si fuera necesario, acabamos de mezclar con una espátula para no batir en exceso la masa. 
6. Horneamos. El blog de origen indica 180º, calor arriba y abajo unos 40-50 minutos. En mi horno, lo tuve unos 30 minutos calor solo abajo a 150º (como siempre digo, cada uno tiene que conocer su horno para saber bien cómo funciona). 
7. Cuidado al desmoldar, es un bizcocho muy tierno y puede romperse fácilmente, hay que engrasar bien el molde y cubrir con una fina película de harina para facilitar su desmoldado. 


¡Qué aproveche!

lunes, 5 de mayo de 2014

Tarta mousse de queso con relleno de melocotón

Después de dos meses sin publicar vengo con una tarta deliciosa. Muy suave por su textura mousse y la gelatina de melocotón como contraste, aunque no excesivo, en el interior. El bizcocho de la base es magnífico, muy esponjoso y queda húmedo sin necesidad de mojarlo con ningún tipo de almíbar. La decoración es sencillísima, solo con ver una foto de la "flor" montada podía verse cómo se hace, pero como no me costaba nada, hice unas fotos a cada paso del montaje y os lo pongo también, por si os ha gustado la idea. 




Es un poco laboriosa porque conlleva tres elaboraciones: financier, gelatina y mousse pero no cuesta nada de montar y cuando la partimos y queda así de bonita, con lo buena que está, vale la pena el trabajo.




Si queréis una orientación sobre cómo organizaros para tartas de este tipo, podéis preparar un día el financier (bizcocho de almendra de la base) y la gelatina, y al día siguiente la mousse de queso y montar la tarta. También tenemos la opción de prepararlo todo en un día, tan solo tendréis que calcular bien las horas que necesita la gelatina para cuajar (aunque con unas 3 o 4 horas debería ser suficiente si la nevera enfría bien). 

La receta es del blog Petites Sucreries, aunque yo la he adaptado para un molde de 18 cm y he cambiado las fresas por melocotón en almíbar, me apetecía más así. Las cantidades para el financier son las mismas que Julia nos da en su blog, después simplemente lo recorté para que fuera de 16cm (nos comemos los bordes y tan ricamente, ya veréis que bueno). Lo mismo podéis hacer con la gelatina si no encontráis un molde de 16 cm, podéis utilizar cualquier recipiente de esta medida (centímetro arriba o abajo, lo bonito es que sean del mismo tamaño bizcocho y gelatina)

INGREDIENTES (para un molde de 18 cm)

Financier (bizcocho 18 cm):
  • 40 g de mantequilla
  • 60 g almendra molida
  • 150 g clara de huevo
  • 150 g de azúcar glacé
  • 60 g de harina
  • 2,5 g de levadura química

Gelatina de melocotón (16 cm):
  • 400 g de melocotón en almíbar
  • 40 ml del almíbar del melocotón
  • 4 hojas de gelatina

Mousse de queso (18 cm): 
  • 175 g de leche entera
  • 40 g de yema de huevo
  • 15 g de gelatina (en hojas)
  • 360 g de queso de untar
  • 180 g de queso mascarpone
  • 330 g de nata para montar

La ELABORACIÓN, paso a paso:

Financier:
1. Derretimos la mantequilla a fuego medio hasta que esta adquiera un ligero color tostado y desprenda aroma similar al de las nueces.
2. Tamizamos la harina, la almendra, el azúcar y la levadura. 
3. Añadimos las claras, mezclamos hasta obtener una masa homogénea y añadimos la mantequilla. Mezclamos de nuevo. 
4. Dejamos unos 20 minutos en la nevera. 
5. Horneamos (la receta original indica 8 minutos a 230º).

Gelatina de melocotón:
1. Ponemos la gelatina unos 5 minutos a remojo en agua fría. 
2. En una cazuela, a fuego medio alto calentamos los melocotones con el almíbar hasta que estos se ablanden. Podemos ir aplastando un poco la fruta con el tenedor. 
3. Si tenemos batidora de vaso, trituramos hasta que quede una crema muy fina. Si tenemos batidora de brazo y no conseguimos que quede una crema bien fina, podemos colarla. 
4. Devolvemos la crema a la cazuela y añadimos la gelatina poco a poco hasta que se disuelva sin dejar grumos. 
5. Volcamos en el molde (la capa de gelatina debe tener un espesor de 1cm o 1'5cm aproximadamente), dejamos templar y llevamos a enfriar a la nevera. 

Mousse de queso:
1. Ponemos la gelatina unos 5 minutos a remojo en agua fría. 
2. Preparamos una crema inglesa. Para ello, calentamos la leche con el azúcar, cuando rompa a hervir vertemos un poco sobre las yemas y batimos rápidamente. Una vez se atemperen, vertemos las yemas sobre el resto de la leche y removemos constantemente hasta que esta mezcla espese. 
3. Añadimos la gelatina.  
4. Mientras, montamos la nata. No es necesario que quede una nata dura, solo que esté consistente, a mayor dureza, más difícil es que la mousse quede bien homogénea. 
5. Batimos los quesos, añadimos la crema inglesa con la gelatina y una vez integrado añadimos la nata hasta que quede una mezcla uniforme. 

Montaje:
1. En un molde desmoldable ponemos en el centro el financier. 
2. Cubrimos con una capa de la mousse (aproximadamente entre 0'5 y 1cm).
3. Colocamos la gelatina en el centro. 
4. Cubrimos con el resto de la mousse y dejamos enfriar. 
5. Decoramos como más nos guste. Yo hice una especie de flor con laminas de melocotón. Os dejo a continuación una imagen del montaje. 



Espero que os animéis con ella igual que yo cuando la vi publicada en el blog de Julia.

¡Salud y qué aproveche! 

sábado, 1 de marzo de 2014

Tarta cremosa de manzana.

No tenía muy claro cómo nombrar esta receta hasta que he tenido que decidir un título para la entrada de hoy. Al final me he decantado por el de "tarta cremosa" ya que la consistencia de esta tarta de manzana es parecida a la de un pudin sin serlo, un poco aflanada (si esto existe) y a la vez los bordes tienen la textura más similar a la de una coca. Así que no sabía como presentárosla; tarta (o torta) cremosa parece encajar, pues se deshace cremosamente una vez en la boca, pero su consistencia nos permite cogerla con la mano como si de un trozo de bizcocho o de tarta de manzana normal se tratara.



La receta me la dio el otro día una clienta de mi madre, y las suyas nunca fallan, así que no podíamos esperar mucho a probarla. Se trata de una preparación muy sencilla que os sorprenderá, sobre todo por lo bien que queda una vez sale del horno y la textura peculiar que presenta, ideal para acompañar un café de sobremesa o una merienda.

INGREDIENTES (para un molde de 24 cm):
  • 1kg de manzanas.
  • 4 huevos XL.
  • 7 cucharadas soperas de azúcar ( 5 cucharadas, si el flan ya lleva azúcar en su composición).
  • 7 cucharadas soperas de leche.
  • 7 cucharadas soperas de aceite.
  • 7 cucharadas soperas de harina.
  • 1 sobre de levadura química (Royal).
  • 1 sobre de preparado para flan (de 4 flanes).
  • 1/2 bote de mermelada de manzana o albaricoque (para abrillantar).


La ELABORACIÓN, paso a paso:
1. Reservamos una manzana grande para decorar la parte de arriba, que pelaremos y laminaremos finamente. El resto de manzanas las pelamos, descorazonamos y cortamos en trozos de tamaño medio. 
2. Si tenemos batidora de vaso esta nos facilitará mucho el trabajo, si no, podemos triturarlo todo con la de brazo, quedará igual, tan solo con un poco más de trabajo. En primer lugar añadimos todos los líquidos con el azúcar y la mitad de la mazana al baso batidor y trituramos a máxima velocidad hasta que quede una crema bastante uniforme. Seguidamente añadimos el resto de la manzana, la harina, el flan y la levadura y de nuevo trituramos hasta que todo quede con una textura cremosa, uniforme y suave. 
3. Horneamos a 180º calor abajo (aunque si vuestro horno funciona bien posiblemente calor arriba y abajo sea la mejor opción y también la más rápida) durante aproximadamente 50 minutos, hasta que la brocheta o aguja salga prácticamente limpia. 
4. Encendemos el gratinador, pintamos la tarta con la mermelada y gratinamos hasta que veamos que esta se carameliza y adquiere un aspecto dorado. 
5. Dejamos enfriar completamente antes de servir, de lo contrario no se aprecian los sabores y la textura es todavía demasiado blanda. 

¡Salud y que aproveche!

domingo, 9 de febrero de 2014

Pizza de pinchos, espárragos y huevitos de codorniz

Si tuviera que poner todos los ingredientes de esta pizza en el título, este sería interminable, así que lo resumo casi a lo esencial. 

No iba a subir esta receta, que en realidad es más que nada una idea, y la foto que veis forma parte del proyecto 365 que estoy llevando a cabo. Es más, en pleno periodo de trabajos, la hora de cenar y yo sin foto del día... tuve que aprovechar, y la verdad es que tuvo éxito. Así que, viendo que la pizza gustaba (porque la foto en sí, pocas probabilidades de éxito tenía) y la combinación de sabores gusta mucho en casa, me ha parecido una buena idea publicarla. 





La he preparado un par de veces, cada una de ellas con una masa distinta  y con alguna pequeña variación que después os indicaré, pero ambas igual de sabrosas. La masa es la misma que preparé en la primera entrada de pizzas, a la que os recomiendo añadir un poco más de sal porque esta vez de nuevo me pareció que la masa estaba un poco sosa, a pesar de que yo suelo comer con poca sal. La otra masa que me encanta es esta de Gastronomía y cía, que lleva cerveza en su composición, con un sabor distinto. La primera vez que la preparé fue sin huevitos y con tiras de pimiento asado, la segunda al revés. Creo que la próxima vez se lo pondré todo,  porque como ya os dije el pimiento asado es una de mis comidas favoritas, así que no podía faltar. 

Algo que no podía pasar por alto es la forma en que preparo los espárragos para esta pizza. Quizá si os pasa como a mí miráis imágenes de recetas en Pinterest, a veces en busca de inspiración para la presentación, otras para una idea rápida... el caso es que constantemente, también en blogs americanos, veía la expresión "shaved aspargus", es decir, espárragos laminados y se me ocurrió que era una buena forma de degustar una pizza que incluyera este ingrediente sin que quedara demasiado duro o difícil de morder en la porción, así que decidí probar, y la verdad es que ahora empleo la técnica en más de una ocasión. 


INGREDIENTES (esta vez para 4 personas que como lleva muchas cosas llena bastante):

  • Masa de pizza (con la que os pongo en el enlace da para cenar 4 personas bien)
  • Tomate frito
  • Queso mozzarela fresco
  • Mozzarela rallada
  • Pinchos de pollo (unos 150 - 200g)*
  • Espárragos
  • Cebolla
  • Champiñones
  • Pimiento asado (opcional)
  • Huevos de codorniz
  • Sal, aceite, orégano.

Notas: los pinchos que yo uso son los mismos que venden en las tiendas Pollos Planes, por si no sabéis dónde encontrar esta clase de pinchos que no sean de cerdo, que son los más comunes. Si no, siempre podéis adobar unos tacos de pechuga de pollo como más os guste.

La ELABORACIÓN, paso a paso. 

1. Preparamos la masa de pizza con tiempo suficiente. 
2. Precalentamos el horno a 180-210º
3. Cortamos la mozzarela a rodajas. Extendemos una capa de tomate frito sobre la(s) base(s) estirada(s) y repartimos el queso. 
4. Cortamos los pinchos grandes en trozos más pequeños para que la cocción sea uniforme. Se cocinarán a la perfección dentro del horno. 
5. Laminamos la cebolla y los champiñones: si tenemos mandolina acelerará el proceso considerablemente, posición 3-4 mm.
6. Para laminar los espárragos, primero los limpiamos y a continuación, utilizando el pelador de patatas, sacamos láminas de la pieza desde la base de la punta hasta el final de la pieza. Para que las puntas nos queden bien hechas podemos ponerlas unos 30s en el microondas con un chorrito de aceite unas gotas de agua y un poco de sal. 
7. Salamos un poco la verdura y la repartimos sobre la base de la pizza. Sobre esta, los pinchos, espolvoreamos con oréganos y un poco más de mozzarella rallada. 
8. ¡Al horno!
9. Mientras tanto cascamos en un plato los huevos de codorniz y cuando la pizza esté terminando la cocción los repartimos sobre esta, los salamos un poco si queremos y dejamos unos minutos más en el horno hasta que la clara (y la yema si queréis) este cuajada. ¡Listo!


¡Qué aproveche!

sábado, 1 de febrero de 2014

Garbanzos estofados con verduras

No sé qué tiene esta receta, pero lo que sí sé es que os conquistará y se quedará en vuestras cocinas para siempre. No tengo muy claro de dónde la saco mi madre ya hace un tiempo, pero lo cierto es que con pocos ingredientes (y algo de trabajo) se consigue un plato espectacular a base de legumbres y verduras.



Es una buena opción para no tomar siempre el típico potaje de garbanzos con espinacas y patata, y ahora que todavía quedan días de frío, es un plato de cuchara muy reconfortante.

No me entretengo más y os doy la receta directamente, ya me contáis qué os ha parecido. A mí, solo con ver la foto y pensar en ellos empieza a apetecerme un plato...

INGREDIENTES para 4-5 personas (según raciones):
Para los garbanzos:
500 g de garbanzos.
1/2 puerro
1/2 cebolla
2 clavos de olor
1 zanahoria
1 patata pequeña
1 ajo
1 o 2 hojas de laurel

Para el sofrito de verduras:
1 puerro
1 zanahoria
1/2 pimiento rojo
1/2 pimiento verde
Ajo en polvo
Pimentón dulce

La ELABORACIÓN, paso a paso: 
1. La noche anterior, poner a remojo los garbanzos con agua caliente y sal.
2. Cocer los garbanzos con el medio puerro, la media cebolla (en la que habremos clavado los dos clavos de olor), la zanahoria, la patata, el ajo y el laurel. La cantidad de agua: algo más que lo que cubra los garbanzos, pues no quedan caldosos, pero tampoco secos, podéis verlos en la imagen.
3. A mitad de cocción sacamos las verduras, quitamos uno de los clavos y la hoja de laurel, y con un poco del caldo trituramos hasta conseguir una crema y reservamos.
4. Preparamos el sofrito. Para ello cortamos en cuadraditos de tamaño medio las verduras y ponemos a calentar una sartén con aceite.
5. Sofreímos las verduras con un poco de ajo en polvo y pimentón y cuando estén hechas añadimos la crema que habíamos preparado antes.
6. Añadimos a los garbanzos y dejamos cocer hasta que estos estén bien hechos.

¡Qué aproveche! Ya me contáis cómo os han salido...

viernes, 10 de enero de 2014

Crema de champiñones (3 ingredientes)

Si os apetece algo ligero porque queréis compensar los excesos de estas fiestas - eso dice todo el mundo hasta la saciedad todos los años por estas fechas-, o si lo que os apetece es tomar algo caliente de primero en la comida o en la cena para entrar en calor estos días fríos sin demasiadas complicaciones, esta es vuestra receta. 

Con solo tres ingredientes, en menos de 30 minutos podemos estar sirviendo un plato de esta rica crema sin apenas trabajo. ¡Ah! y casi lo olvidaba, con muy pocas calorías, pues solo lleva champiñones, cebolla y caldo de verduras. 




Seguramente os preguntaréis cómo puede quedar cremosa si no usa leche, nata o queso. El truco está en la batidora: mejor si es de vaso que de brazo. Nunca fuimos muy aficionadas a las cremas de champiñones porque el resultado no era todo lo suave que nos hubiera gustado, sino más bien una crema con grumitos poco agradable al paladar. Y eso que nunca habíamos tenido ningún problema con la batidora de brazo que tan bien nos funciona. Sin embargo, cuando compramos la de vaso decidimos darle una segunda oportunidad. El resultado no tenía ni punto de comparación, la textura era otra completamente diferente. Esto no quiere decir que si vuestra batidora de toda la vida es una bestia y deja cualquier cosa perfecta, no hagáis la prueba, por probar no se pierde nada. Yo solo os cuento mi experiencia con esta receta.
Así que una vez os he contado mi secreto, vamos con la receta. 

INGREDIENTES para 2-3 personas:
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1 cebolla mediana
  • 250 g de champiñones
  • 300 ml de caldo de verdura*
  • Sal
  • Pimienta (blanca o negra, al gusto)
* Sirve cualquier caldo de verdura de sabor suave. Si no tenéis caldo disponible, y tenéis un poco de prisa, podéis usar media pastilla de caldo de verduras y 300ml de agua, el resultado no desmerece.

La ELABORACIÓN, paso a paso:

1. Troceamos la cebolla y la sofreímos con el aceite caliente en la olla o cazuela en que vayamos a preparar la crema. 
2. Añadimos los champiñones y salamos.
3. Cuando los champiñones empiecen a cambiar de color, añadimos el caldo de verdura. Si usamos olla express lo hacemos como de costumbre, si no, tapamos la cazuela y dejamos a fuego medio hasta que esté todo bien cocido. 
4. Retiramos medio vaso de líquido, reservamos, y vertemos todo en la batidora de vaso. 
5. Batimos a máxima potencia hasta que veamos que queda una crema fina y suave. Si fuera necesario, añadimos poco a poco parte del líquido retirado hasta obtener la consistencia deseada. Mejor así que tener una crema demasiado aguada desde el principio. Añadimos pimienta al gusto, rectificamos de sal si fuera necesario y le damos un toque más con la batidora para que se mezcle bien. 


¡Qué aproveche!

Caleidoscópica.

viernes, 3 de enero de 2014

Tortitas más esponjosas

Para la primera entrada del año os traigo algo muy dulce y que me encanta.: unas tortitas que para un desayuno o merienda son perfectas. Es la misma receta que subí ya hace bastante tiempo. Cambia el método de elaboración aunque use los mismos ingredientes, con lo que consigo unas tortitas más gruesas, esponjosas y jugosas. Me costó encontrar el truco para conseguirlas así, pero una vez lo descubrí siempre que puedo las preparo así. 

Si tenéis prisa y no queréis entreteneros, podéis prepararlas siguiendo los pasos de la primera, más rápido e igualmente buenas. Pensé simplemente en editar aquella entrada, pero como era probable que no la vierais, les dedico una nueva y problema solucionado. 


Ahora solo queda empezar a experimentar con nuevos sabores e ingredientes, a ver si pronto os traigo nuevas recetas de tortitas para vuestros desayunos y meriendas. En cuanto a la masa, puede conservarse un par de días en la nevera. Si las preparáis siguiendo la primera de las recetas, con removerla con una cuchara quedan igual que si estuviera recién preparada; si, en cambio, seguís el método que os propongo en esta entrada, lo mejor es batir un pelín la masa con una varilla, para aportarle más aire, aunque a pesar de ello no quedarán tan esponjosas como si acabáramos de prepararla, pues esta habrá perdido algo de aire. 

Solo hay que tener en cuenta una diferencia con respecto a la receta anteriormente publicada: al quedar la masa más densa, cunde un poco menos la cantidad de tortitas que no sale con la preparación. En los ingredientes os indico la mitad de las cantidades de la vez anterior porque es lo que suelo preparar, pero se puede doblar sin problemas. 

INGREDIENTES (para 2-3 personas, unas 8 tortitas grandes):
  • 1 huevo XL.
  • 1 pizca de sal.
  • 100 g de harina.
  • 1 cucharadita y media (de las de café) de levadura química.
  • 1/2 cucharada sopera de azúcar.
  • 1/2 cucharada sopera de aceite suave.
  • 1/2 vaso de leche fría.
  • Una pizca de vainilla azucarada (opcional).
La ELABORACIÓN, paso a paso:

1. Separamos la clara de la yema. Añadimos la pizca de sal y la montamos a punto de nieve. Reservamos.
2. Tamizamos la harina con la levadura. 
3. Mezclamos la yema anterior con el aceite, la leche fría y el azúcar. 
4. Añadimos la harina y mezclamos hasta que no nos queden grumos (podemos ayudarnos de la batidora si fuera necesario).
5. Incorporamos delicadamente las claras, mezclando con una espátula para que no se bajen y la masa conserve la mayor cantidad de aire posible. 
6. Cocinamos en la plancha o sartén antiadherente. 
7. Servimos acompañadas de lo que más nos guste. Una buena combinación es la de queso de untar con mermelada de fresas, también miel, nata, fruta fresca, helado o chocolate son ideales como guarnición según si preparamos un desayuno o una merienda. 

Un truco: podéis añadir una onza de chocolate en el centro de la tortita y cubrir con poquito más de masa, quedan riquísimas. También podemos añadir pepitas de chocolate a la masa...

Ya me contáis cómo os quedan.

¡Qué aproveche!